lunes, 4 de agosto de 2025

 LA PALABRA, UNA VEZ HABLADA, vuela y no torna  ( Horacio )




 

 

Dice un amigo mío, buen orador y buen comentarista televisivo local, que " la palabra, cuando sale de tu boca, ya no vuelve ".

Mi amigo no añade el verbo volar, quizás porque sus palabras carecen de alas.

Siempre enseñé a la juventud que acudía a las aulas, que tuvieran cuidado con la palabra.

Hay palabras que denominamos " intrascendentes " o palabras sin valor.

Yo defendía que toda palabra salida de la boca tiene un valor, real o simbólico, pero un gran valor.

Hay personas que son consideradas " personas de palabra fácil ".

Hablan, y hablan, y prometen, y prometen, pero desconocen que hay una realidad, la misma que ellos incumplen.

En Cereceda se presumía de " ser un hombre de palabra ".

- Me ha dicho el tío Juan que mañana vendrá a pagar la cuartilla de vino que se ha llevado para los segadores, le decía yo a mi padre.

Y yo añadía " usted siempre ha dicho que el tío Juan es un hombre de palabra ".

Reces - se llamaba Recesvinto como el rey visigodo - se dedicaba a comprar corderos para revenderlos.

Los " gatos " se fiaban de su palabra.

Un " gato ", todo serio, me dijo en la taberna de mis padres : " Reces siempre paga todos los corderos y los cebones que compra. Nadie puede decir que le ha quedado a deber ni un real ".

Reces, un " gato " que se llamaba Recesvinto, era un " gato " de palabra.

                                    Horacio ( 65 a. C. - 8 a. C. )  El gran poeta de la Roma Imperial. 

 

Foto  pinterest.es 

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