viernes, 3 de octubre de 2025

 LA INFANCIA Y LA VIDA

 

 


 

- Solamente los viejos hablan de su infancia cuando se juntan en el parque , me comenta un compañero de trabajo, cuando ambos trabajábamos.

- Los jóvenes tienen miles de temas de los que hablar y los " maduritos ", como yo los llamo, se limitan a hablar de política o de economía o de fútbol o del trabajo ", añade sin detenerse a pensar lo que va a decir.

- A mí me gusta hablar de mi niñez, que fué en un pueblo de la provincia de Segovia, seguramente porque la viví muy pocos años, pues al llegar a Alemania, desapareció. 

- Ahora les hablo, raras veces, a mis hijos de mi niñez, pues ellos nacieron en la capital y siempre han vivido en la ciudad.

- Fíjate. ¿ Cómo les hablo de vacas y cabras y ovejas y marranos, si ellos apenas encuentran diferencias entre una vaca y una burra ?.

- Pero, sentado en un banco del parque, me encuentro con " niños de mi edad " que recuerdan cuando en su pueblo no había luz ni agua corriente ni radio ni televisión y en la cocina de su casa había una buena lumbre en la que se asaban castañas.

- Y yo les cuento . . . 

Pedro, que así se llama mi amigo, se convierte cada día, sentado en el banco del parque, en Pedrito, un niño con pantalón corto y tirantes, que aprendió a leer en el Catón y que iba a la escuela con sabañones en las manos y en las orejas.

 

Foto  pinterest.es 

 

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