martes, 30 de septiembre de 2025

 CUANTO MAYOR ES LA DIFICULTAD, mayor es la gloria.

  




En Cereceda eran la calva y la pelota quienes encumbraban a los " gatos " a la gloria o a la risa.

La calva era una afición de personas mayores.

Para ser buen jugador de calva, decía mi abuelo Matías, hay que tener más de cuarenta años.

En cambio, para ser buen jugador de pelota había que tener menos de cuarenta años.

La gloria llegaba cuando había partidos de desafío con calvistas o jugadores de pelota de los pueblos vecinos.

El problema era que en Cereceda había varios lugares para jugar a la calva: La entrada al pueblo por la calle hacia el Altozano, la calle Fuente Chica, la calle Salida a la Nava, todos lugares del barrio del Chapatal y con  la carretera Ciudad Rodrigo como lugar para la carrera y para marcar el círculo desde el que se lanzaba el marro.

Pero en aquellos años solamente había un lugar en el que jugar a la pelota : La fachada de la iglesia.

La puerta de entrada y los dos peldaños de piedra de cantería deslucían la partida.

Cuando se inauguró el juego pelota, los buenos jugadores se formaban en el lado corto y se " lucían " en el lado largo.

Los jugadores de pelota eran poco aficionados a las apuestas con jugadores de otros pueblos, pero eran muy aficionados a realizar apuestas entre ellos.

El día que una pareja de " segunda " ganaba a una pareja de " primera " la alegría era mayor.

Esa alegría se notaba tras la barra de la taberna a la hora de las invitaciones.

Ganar a la calva o a la pelota significaba " gastarte unas pesetas en invitaciones ". 

 

Foto  es.wikipedia.org   El juego pelota de Cereceda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario