domingo, 20 de abril de 2025

 LUIS EL HERRERO





Luís era hijo del tío Manolo el herrero - también fué alcalde y juez de paz - y de la señora Cesárea.

Sus padres vivían en la calle Larga, donde se encontraba la fragua.

Luís estuvo de niño y de joven y de adulto unido al yunque y al fuelle y al martillo y al potro de la fragua.

Su padre le enseñó el " arte " de trabajar el hierro tras calentarlo.

Aguzó espigochas y echó puntas a las rejas  mientras preparaba callos para las vacas.

Un año inventó un arado para las fresas porque tener que zacharlas era muy " costoso ".

Siempre se sintió orgulloso de ese " invento ".

Todos sus inventos, realizados en la fragua de Cereceda, llevaban grabado a fuego, el número 53. 

Luís se marchó voluntario el año 53 y su " mili " la pasó en Sisi Ifni. Recuerdos de una tierra que lo acompañaron durante toda su vida.

. . . Y un día volvió a coger la maleta de emigrante y se marchó a Bilbao, pero antes había estado en Asturias.

En las orillas del río Nervión trabajó unos días solamente, como soldador en una gran empresa, pero su maestría y buen hacer lo trasladaron a la refinería de Tarragona.

La familia, que había quedado en el pueblo - Ester, su esposa, y sus cinco hijos  ( cuatro muchachos y una muchacha ) - lo convirtieron de nuevo en agricultor, primero en Salamanca y luego en la Vega del río Guadalquivir.

Los recuerdos de mi amigo Luís se amontonan desordenadamente en mi cabeza.

Mis horas en la fragua de " ayudante " y alumno de sus magistrales clases de vocabulario castellano, los recuerdos de sus historias de caza , a veces clandestina, el abrazo a su llegada a la estación del Norte de Bilbao en una mañana de lluvia  y sol, y, sobre todo, sus " aventuras " juveniles en los banquetes  de boda, donde siempre " asustó " a cocineras  y matrimonios con sus " desastres de natillas y perronillas " para diversión de unos y lamentos de madres y suegras,

La tía Amparo, esposa del tío Casimiro y madre de su amigo Amando, cocinera en todas las bodas de Cereceda lo temía y " se la tenía jurada ", junto a las novias de sus amigos, a quienes hizo arar por la calle Larga el día de la tornaboda, eran un recuerdo imborrable en su vida de " gato " joven.

Hoy, y por muchos años, el recuerdo de Luís, el hijo del tío Manolo el herrero, permanece y permanecerá en el recuerdo de la vida del Cereceda de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado..

Descansa en paz, amigo mío, en el cementerio de tu pueblo.


Foto  Googlde,com   El herrero, el yunque y el martillo golpeando el  "yerro ", al rojo vivo.


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