domingo, 24 de diciembre de 2017

SI ENCUENTRAS UNA HOJA DE LAUREL EN EL GUISO, NO TE CASAS.






Esta es una frase que se decía en Cereceda cuando yo era niño. Por esa razón nadie quería " la mejor tajada" del puchero de patatas que se cocía a la lumbre cada noche.
Si las patatas eran " esbaratás " mi madre acostumbraba quitar antes la hoja o las hojas de laurel que siempre echaba en el puchero. Unas hojas , lo he dicho en algún artículo, que provenían de la laurelera que Marcelino y Esperanza tenían en el huerto limítrofe con nuestra casa. Más tarde serían Manolo y Justa quienes nos proveerían de laurel. Hoy la laurelera sigue en pie pero ahora el dueño es su hijo Ángel.
En las fiestas navideñas se acostumbra guisar cabrito y en ese guiso se ponen unas hojas de laurel.
- Deben ser de una laurelera macho porque tienen más sabor. - decía mi madre, experta cocinera de bar y posada.
Recuerdo que los portugueses que venían con contrabando, cenaban patatas sin pimiento ( sin componer ), con aceite crudo y bacalao.
- Señora Constantina, no le ponga laurel a nuestras patatas. decían en un castellano aprendido en la " raya ". Ellas, las jóvenes portuguesas, llamaban la " raya " a la frontera. A mí me maravillaba lo bien que hablaban el castellano las portuguesas y lo mal que lo hablaban los portugueses.
- Ellas pasan muchas veces la " raya " y acuden a comprar en España - me explicaba mi madre, que pasó unos años en Ituero de Azaba ( Salamanca. España) con sus familiares.
Hoy me doy cuenta de cuál era la razón por la que las jóvenes contrabandistas pedían a mi madre que el laurel no fuera un condimento de su cena.

                   Foto  www.google.es

Etiqueta  Frases castellanas

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