martes, 20 de agosto de 2019
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE DESUELLA UNA OVEJA
Yuri me cuenta que durante sus vacaciones en países mediterráneos, le ha llamado la atención ver a un hombre quitando la piel a una oveja muerta en la puerta de una casa. " ¿ También se hace en España ?."
Yo recuerdo haber visto esa escena en mi casa muchas veces.
Cuando llegaba la fiesta de San Marcos o de San Pablo, mi padre solía elegir una oveja para celebrar la fiesta.
Matar la oveja era una labor de mi padre con el cuchillo - él se encargaba de matar los cebones - y mi madre con la barreña para recoger la sangre.
Después la colgaba cabeza abajo de un ciruelo que teníamos en el huerto de casa junto a la puerta de entrada. Allí iba perdiendo lentamente la sangre. que no era " digna de ser aprovechada."
Después aparecía por mi casa el pastor que era quien desollaba la oveja con una navaja y sus manos.
Era una lección de manejo de los puños para despegar la piel de la grasa . La piel había que sacarla entera. La cabeza y las manos delanteras y traseras salían tras unos pequeños cortes a la altura que al pastor le parecía bien.
Esa piel se colocaba en un entramado preparado para que se secase extendida, colgada de una viga en el " sobrao " durante un tiempo.
Ese tiempo solía ser hasta que aparecía el " pielero " quien, con su mulo cargado de pieles, iba pregonando su presencia por las calles " ¡ el pielero !, ¡ el pielero !. "
Mi padre se la vendía " por lo que me quiere pagar, porque ¿ qué hago yo con la piel de la oveja o de un cabrito o de un cordero ?, decía mi padre.
El pastor lo hacía con maestría. Yo le dije en una ocasión al pastor " no es la primera oveja que desuella " y él, riendo, me replicó " algún año he desollado más de trescientas ovejas, más los corderos y los chivos. Me enseñó mi padre cuando yo tenía ocho años y ya tengo sesenta. Esta mañana he desollado ocho ovejas."
Foto etnografictvGaucin ( www.google.es )
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