EL DOMINGO DE RAMOS

El Domingo de Ramos era una gran fiesta en Cereceda: Bendición de los ramos, misa cantada y procesión.
Se entregaba un ramo de laurel a cada persona que acudía a la misa. Estos ramos de laurel bendecido se colocaban en las rejas de alguna ventana para que la casa estuviera protegida " de las tormentas . "
Cuando yo era monaguillo, " en los años cincuenta del siglo pasado ", los ramos los compraba el Ayuntamiento en Las Casas del Conde y los traía - un buen haz - el coche de línea las vísperas del Domingo de Ramos.
Los chavales hacíamos un flauta con un pedacito de la rama y un trozo de hoja, que se colocaba en una hendidura de la madera.
En los documentos del siglo XVIII he encontrado que la iglesia señalaba entre los gastos anuales " seis reales que gasta en los ramos de Semana Santa ", un coste bastante elevado pues un cordero valía ocho reales.
Los ramos bendecidos que sobraban se guardaban para, una vez secos, quemarlos y esa ceniza, era la ceniza que se empleaba el Miércoles de Ceniza. Cuando hace unos años pregunté a D. Arturo por esta costumbre , me informó que los días anteriores al inicio de la Cuaresma los párrocos se reunían en Salamanca y el Obispado les proporcionaba la ceniza para sus parroquias.
El Domingo de Ramos era un día " para estrenar " pues " cae cerca de San Marcos . "   Esa costumbre existía en el pueblo en mis años infantiles. Desconozco si se mantiene en la actualidad.