MI MEDALLA DE ORO
" Cuando usted ha hablado del Juez de Paz ha dicho que pidió su ayuda para la 1ª Carrera de Aros de Cereceda. Yo corrí el aro cuando niño por las calles del pueblo y me gustaría saber cómo fué la Carrera, por qué calles y quién ganó pues tal vez yo lo recuerde. Muchas gracias por las cosas que cuenta en el blog."
Me dice su nombre pero me pide que no lo ponga. Pueden preguntar lo que deseen o enviar su comentario sin necesidad de poner nombre .
Para contestar a su pregunta copiaré del Libro de Fiestas de 2.014 la crónica del " acontecimiento del año" en Cereceda, y que titulé " Mi Medalla de oro ".
" En el verano de 2.012 Cionín me invitó a visitar su casa, y tras la puerta de la cocina había un aro y una manija.
"El aro me lo hizo mi tío Fonso y la manija mi padre. Debe tener más de 50 años" me explicó Fernando.
Tras unos intentos de rodarlo por la calle Larga, yo le prometi con una sonrisa " una carrera de aros " el próximo verano.
En el comienzo de Agosto de 2.013 busqué corredores, pero todas las llamadas fueron negativas.
Yo encargué a mi amigo Roberto, de la Nava, un aro y una manija, y me compré una medalla de oro para mi carrera en solitario, seguro de ganarla. La adornaban los aros olímpicos y la leyenda
" CERECEDA 2.013 "
Cuando el día 12 de Agosto llegué a Cereceda y conté mi futura aventura olímpica, ocho corredores me robaron la gloria.
Roberto fabricó aros y manijas que llegaron la víspera de la carrera. Hubo entrenamientos de madrugada, manijas fabricadas con nocturnidad y, sobre todo, ilusión.
.... Y llegó la carrera. Allí estaba Argi, el Juez de Paz, Flores con traje de concejal para cortar la cinta. Fina con su hijo Juan " Cristobalito ", Don Angel con su aro, en plan Maestro, Joseíto con su hermano Angel, y Boni con su " apoderada " Rosi, José Luis con su manija trucada, y Javier con su "consejera " Sunci, Juan con su entrenador Marce, y yo.
Olvidaba decir que estaba todo el pueblo. Que había más de veinte cámaras de fotos y de televisión. Bar Flores, casa de Elena, calle Larga, curva a la derecha en la fragua, y sprint por la carretera hasta la meta. Control de alcoholemia tras beber una jarra de cerveza.
Mi medalla de oro se la pusimos al aro de Fernando, cincuenta años esperando su gloria tras la puerta de la cocina.
Quizás esto sea un cuento infantil o el sueño de un grupo de personas, que, cuando éramos niños, íbamos a la escuela, al corral o al " cercao " detrás de un aro, que por una tarde nos convirtió en corredores olímpicos.
Cereceda. Agosto 2.013
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