jueves, 6 de septiembre de 2018


AL BUEY VIEJO NO se le debe cambiar de pesebre





En Cereceda las vacas comían en las pesebreras.
Nosotros llamábamos a esa comida apajar las vacas porque la mayor parte de la comida era paja. Una lata de " garrobas " completaban el menu de la noche y el de la mañana.
Las pesebreras eran un tronco de roble con algunos trozos vaciados. En esos huecos se ponía la comida.
Cuando había cuatro huecos, dos eran para la comida y dos para la  bola de sal.
Si quedaba algún hueco libre lo aprovechaba el perro para dormir.
Luego se hicieron los pilones de cemento y ladrillos.
Cada vaca tenia su pesebre.
El refrán indica que a las personas mayores les gusta su silla, su cama y su lugar en la cocina junto a la lumbre.

    Foto   www.google.es

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