DON OBDULIO Y UN PERRO Y UN GATO
Don Obdulio recibió ese nombre en su bautizo - un domingo con nieve y frío del mes de marzo - por herencia paterna.
En los pueblos de Castilla era costumbre que el primer nieto llevara el nombre del abuelo paterno.
Obdulio era el primer nieto de Obdulio, el de Encina de Arriba, el herrero del pueblo.
El segundo, si era niña, llevaba el nombre de la abuela materna.
Eran nombres simples " que eso de los nombres compuestos es un follón. A mi José Manuel, unos lo llaman Jose, otros Pepe, otros Manolo, otros Manuel, y yo lo llamo Peque porque es el más pequeño de mis cinco hijos ", me contó una señora muy seria y dueña del comercio de un " pueblín " abulense.
Obdulio es de origen germánico y significa " heredero ".
Con los años, Obdulio fué seminarista en el seminario diocesano - dirigido por los Operarios diocesanos -, sacerdote en varios pueblos de la diócesis, arcipreste en Balbuena de la Sierra, Canónigo en la catedral de la capital, y archivero en el Archivo Diocesano.
Hace unos años se jubiló " de cura ", y ahora se dedica a cuidar el jardín de la casa familiar, que sus padres se la dejaron en herencia, a charlar con sus amigos de la infancia - éramos ocho y quedamos cuatro - y a mirar a las nubes que, a menudo, tapan la cumbre de la Peña Horcada.
Lo acompañan un perro - que se llama Moisés - y una gata - que se llama Rabina " porque tiene el rabo muy cortito ".
Don Obdulio es Doctor en Sagradas Escrituras por una Universidad Romana, y Doctor en Historia por la Universidad de la capital.
En el pueblo " todos me llaman Obdulio, sin títulos y sin don ".
Foto pinterest.es

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