ACARREAR
En Cereceda hay un refrán que dice : " Ir y venir llaman acarrear ". Quiere decir que se deben hacer los viajes necesarios para traer desde las tierras hasta la zona de trilla los haces de las tierras.
Para acarrear se añadían al carro unos estacones con la finalidad de aumentar la posibilidad de carga y tener que hacer menos viajes.
En la acarrea el carro hacía la mitad del viaje vacío y, por esa razón, se intentaba aumentar la carga.
Los carros de Cereceda siempre han sido de ruedas de madera con un aro de hierro.Estas ruedas eran muy altas lo que propiciaba que , en caminos malos, los carros " volcasen". Eso era una " deshonra " para el dueño, aparte de las pérdidas económicas pues las espigas " se trillaban " sin necesidad de trillo.
Muchísimo más vergonzante para el dueño del carro era " que el carro se pariese ". Significa que los haces no estaban bien colocados y se " perdían por los laterales ".
Para cargar un carro de " bálago " se necesitaban dos personas : una que subida en el carro colocaba los haces, y otra que " le daba los haces ", es decir, se los ponía con una horca de hierro y mango largo, llamada horquín en lo alto del carro.
Yo nunca cargué un carro, pero fuí muchas veces a dar haces. El dar los haces era un trabajo de las mujeres, aunque, y me guardo su nombre, había algunas mujeres que cargaban los carros mejor que los hombres.
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