martes, 21 de agosto de 2018

DEMASIADOS BRIENDOS PARA TAN POCA PARVA

Ayer escribí un artículo sobre una frase de mi abuelo Matías. Hoy escribo mi artículo diario sobre una frase de mi abuela Fausta.
A mi abuelo Atanasio y a mi abuela Isidra yo no los conocí.





Cuando llegaba la época de la trilla las familias nos juntábamos para cualquier trabajo. Si además el tiempo amenazaba " nublaos " era normal que las familias nos ayudásemos. Algunas veces había tantos hombres lanzando las briendadas al aire en la parva que se chocaban unos con otros. Lo mismo ocurría con las escobas de las mujeres que estaban " al muelo."
Mi abuela siempre se reía cuando veía tanta gente en una parva y ésta era su frase para explicar lo que ocurría : " Demasiados briendos para tan poca parva."
Algunos de los limpiadores y de las baleadoras " se decían  entre ellos " lo que le sienta mal a Fausta es que luego le tiene que dar de merendar a todos "
La " limpia " de una parva era un acontecimiento familiar con la misma categoría que la matanza. Y el encerrar el muelo era un festejo que " bien habría merecido gaita y tamboril " me decía hace unos años la señora Encarna.
Mi padre decía - él era tabernero - que " esta parva merece un cántaro ( de )  vino." Quería decir que aquel muelo y aquellos sacos de trigo merecían que se hiciese una merienda con una gran cantidad de vino.

           Foto  www.google.es

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