martes, 21 de agosto de 2018
EL ALMUERZO DE ENCERRAR LA PAJA
Ya he contado la " cuadrilla " que se necesitaba para encerrar la paja : Uno con el carro, otro que ayudaba a cargarlo en las Eras, el ahollique ", uno que la " tiraba " a lo alto del " tenao " y uno o dos que estaban en el " tenao " y la iban colocando.
Para encerrar la paja se madrugaba.
- Algún año hemos encerrado un carro antes de quitarse el Lucero del Alba.- decían los hombres del pueblo.
Había que realizar el trabajo antes de que apretara el sol, pero, principalmente, antes de que se " levante " el viento.
Para los hombres de Cereceda el viento se echaba a dormir y era peligroso cuando despertaba y empezaba a soplar.
Su amigo el viento en la limpia de las parvas, se convertía en un enemigo peligroso " a la hora de encerrar la paja."
Cuando se encerraba el cuarto o el quinto carro de paja llegaba la hora de descansar
- Por hoy es suficiente. Ahora a almorzar.
Ese almuerzo era típico en casa de mi abuela : Sopa en vino y torreznos de tocino de jamón.
Ese tocino ya estaba un poco " rancio " y muy salado por lo que precisaba de una jarra de vino de la Sierra.
Aquellos almuerzos eran copiosos, recios, " de hombres ". A mí me escocían los labios con la sal del torrezno frito.
Mi abuela me daba un poco de magro del jamón.
Foto www.google.es
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