viernes, 4 de enero de 2019


EL INCIENSO

" Al ver la estrella sintieron grandísimo gozo, y entrados en la casa, vieron al niño con María, su madre, y de hinojos lo adoraron, y abriendo sus alforjas le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra."

                                                                          San Mateo  2 - 10,11

Según la tradición cristiana el rey Gaspar le ofreció incienso.
El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal.
Entre sus usos está el ser utilizado para perfumar el ambiente, ahuyentar a los demonios y honrar a dioses y hombres.
Esta resina blanquecina alivia la ansiedad y la depresión. Al incienso se atribuyen propiedades mágicas.
Se cuenta que los soldados romanos humedecieron los labios de Jesús agonizante en la cruz con esta resina.




Yo fuí, desde los 7 - 8 años hasta los 11 años, monaguillo en Cereceda.
En Cereceda había un incensario de plata que, como otras muchas cosas, se ha perdido.
En las procesiones y en muchos actos religiosos se utilizaba el incensario.
El monaguillo con el incensario iba " por delante " del cura y los dos monaguillos que caminaban sujetando su capa pluvial.
A mí me gustaba ser el " monaguillo del incensario ".





Yo cogía el incensario y me acercaba a la cocina de mi casa. Mi madre me ponía tres o cuatro brasas grandes, que yo desmenuzaba con las tenazas, y dándole vueltas para que se encendieran bien, me dirigía calle abajo hasta la puerta de la iglesia en la plaza.
A mí me gustaba ser el " monaguillo del incensario " que era una recompensa por saber bien el catecismo y las contestaciones de la misa.
La misa en aquellos años era en latín.
A mí me gustaba el latín.
En mis años de estudiante el latín era una de mis asignaturas favoritas. Yo estudié latín en bachillerato elemental, en bachillerato superior - yo soy de Letras puras - y en los dos Cursos de Comunes en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Salamanca.
A mi me gustaba ser el " monaguillo del incensario " porque don Antonio, el cura párroco, le daba a cada monaguillo, por ayudar en la misa y la procesión, una perra chica, pero al " monaguillo del incensario " le daba una perra gorda.
 Una perra gorda era " mucho más " que dos perras chicas.

   Fotos   www.google.es

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