miércoles, 9 de enero de 2019
ENERO, BUEN MES PARA EL CARBONERO
Comienzo el artículo dedicado a una frase muy castellana y muy salmantina con estas palabras :
¡ A la venta del carbón ¡ ¡ Vengan y prueben el mejor carbón ¡. ¡ Carbón de la Peña de Francia ¡.
La Montaña Dorada. Raúl Rentero. Pág 151.
Ese era el pregón que hacía un carbonero en la plaza del Corrillo de Salamanca.
A la pregunta 33ª del Catastro de Ensenada responden :
.... venticuatro carboneros que tratan en comprar carbón de brezo en los lugares circunvecinos y llevar a venderlos en sus carros..."
La mayor parte de estos carboneros hacían su propio carbón.
En Cereceda hubo siempre unas familias que se dedicaban a hacer carbón de encina por el Campo Charro y por Extremadura.
Entre esas familias estaba la familia de mi padre, a quienes acompañaban familias del pueblo y de La Nava.
Ellos " podaban " las encinas, preparaban las carboneras, y las vigilaban " día y noche."
Según mi padre y sus hermanos, se dedicaban a este trabajo una vez terminadas las faenas del verano en las Eras.
Mi padre me contó que " muchos años pasábamos las Navidades en el " carbonal " y volvíamos al pueblo para la fiesta de San Pablo. Luego volvíamos al " tajo " hasta la fiesta de San Marcos, en Abril. "
Estos trabajadores cobraban por hacer el carbón pero ellos no se dedicaban a venderlo.
Yo recuerdo una carbonera que hicieron mis tíos y mi padre, en el Majadal, una zona de la dehesa boyal de Cereceda. El " jefe " de ese grupo de carboneros era el tío Silvestre.
Ese carbón era de roble porque en Cereceda había una sola encina, la encina de la Puente San Martín.
Fotos www.google.es
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