EL REGATO DEL RESCAMBRÓN ( continuación )

Ese nombre, " Fuente del Aceitero "  viene de una historia que cuenta que un día que un hombre de San Martín volvía a casa después de haber vendido los pellejos de aceite por las dehesas y los pueblos del camino de Zarzoso salieron a robarle y, como se resistió, lo mataron.
En su recorrido el regato - río pequeño de agua - deja a la izquierda los Amarizos, donde se juntaban las ovejas para pasar las horas de la siesta. A la derecha hay una pequeña elevación que se llama la Majaílla, porque muchas veces, el ganado no llegaba hasta el Teso Alto y hacían allí la majada.
En la Majaílla y en toda esa ladera estaban las canteras de las que se sacaba la piedra para construir las casas de Cereceda Después se cargaban en los carros de vacas y, cuesta abajo,  se traían hasta el pueblo.
En tiempos lejanos había a un lado y al otro del regato, un huerto que hacía una media fanega y que la gente siempre hemos llamado el huerto de la Tía Coja. Mi abuelo Narciso me dijo que él no sabía quién era esa mujer ni vio nunca el huerto sembrado.
En el regato hacíamos dos pozos y una poza para regar los huertos que están más abajo. Antes de coger el agua para el abastecimiento del pueblo había unos huertos en los que mi abuela Anita me contó que se sembraba cáñamo. En el lado izquierdo estaba el huerto del tío Braulio que era " terreno del común de vecinos " Luego un huerto del tío José, el padre de Toñito y de Teresa. El huerto siguiente era del tío Angelito, pegando al del tío Sidro. El huerto siguiente, que ahora es mío, era del tío Selmo. El siguiente era del tío Matías. Después estaba el del tío Tomás, pegando al de los hermanos Santos y Colás.
El último huerto que está en la esquina entre  el regato y la carretera de la Nava era de mi abuela Anita. En la pared del río sale un " encañao " que manaba y el agua era muy buena y muy fresca.
Toda la gente que estábamos por el Puente San Martín íbamos a beber agua a esa fuente que este año brota con las lluvias.