miércoles, 25 de junio de 2025

 PREPARAR LA GUADAÑA





Ya he dejado constancia en el blog de mi calificación como " guadañino " : Muy mala.

Había trabajos de Cereceda en los que yo me desenvolvía muy bien.

El huerto de la Calleja el Castaño y los linares eran los lugares en los que la azada y yo demostrábamos nuestro buenhacer.

Sembrar o sacar patatas, zacharlas y acogumbrarlas, regar a surco o a cantero, merecían un sobresaliente.

Sembrar remolachas o berzas o hender el surco o zacharlas aunque tuvieran mucha yerba era un trabajo para notable alto.

Pero aguadañar los praos era un trabajo que merecía un suspenso.

Por supuesto que yo no sabía " picar la guadaña ", trabajo que realizaba mi padre o mi tío Horacio.

Tampoco me atrevía a aguzarla como lo hace el guadañino de la foto.

Y a la hora de aguadañar, la punta de la guadaña se " hincaba " en el suelo.

Mi trabajo consistía en deshacer los baraños de hierba o en darles la vuelta con una hoz o en amontonar el heno y hasta en darlo al carro con un horquín.

Esos trabajos merecían un sobresaliente.

Nunca quise valorar el trabajo de encerrarlo en el tenao porque me " ahogaba " y sudaba y " rezaba " para que no tuviéramos que encerrar muchos carros de heno.

Un trabajo " gatuno " del mes de junio, del que yo guardo buenos y malos recuerdos, como cualquier " gato ".


Foto  pinterest.es   El guadañino afila la guadaña.

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