Se dedicaban a espadar el lino.
¿ Cómo lo hacían ?.
El marido por la tarde cuando venía de trabajar se traía un haz de lino y lo metía en un charco de alrededor del pueblo y para que cada mujer supiera cuál era su haz, los hombre lo ataban con diferentes atillos.
Uno lo ataba con mimbre, otro con retama, otro con sauce, otro con saga, y así sucesivamente.
Así cuando iban las mujeres sabían cuál era su haz
Alrededor del charco había unos tajos de madera. Se sentaban en los asientos y empezaban a pasar el haz : Cogían un puñado y lo ponían en el tajo de madera y con una espada de madera empezaban a darle golpes en el tajo de madera hasta que se dejaba de tranzar.
Así hacían hasta que pasaba todo el haz.
Angel Jiménez. Historias y Leyendas de Casavieja. Pág. 101.
Foto www.google.es
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