miércoles, 18 de julio de 2018
MURIO EL CONDE, MAS NO SU NOMBRE
Es un viejo refrán castellano que da valor al recuerdo de una persona.
La frase se le aplica al conde Fernán González, un noble castellano del que todas las generaciones han guardado un respetuoso recuerdo.
Yo la he aplicado referida a algunos alcaldes : Murió el alcalde pero ahí quedan sus obras.
En mis visitas a los pueblos pequeños - los únicos que me gusta visitar - me he encontrado con multitud de ejemplos de personalidades populares que los vecinos del pueblo recuerdan por alguna obra especial
- Esta fuente la hizo Don Genaro, un alcalde que todos admiramos.
En la pregunta siguiente que yo les hago, aparece la sorpresa.
- Don Genaro era el alcalde del pueblo cuando yo era niña ... y ¡ ya tengo ochenta y dos años ¡.
Cuando un pueblo recuerda a un alcalde, a un médico, a un sacerdote, a una maestra - en esos pueblos había solamente una escuela mixta para niños y niñas, regida por una maestra - les gusta a las gentes llamarlo por su nombre.
He aprendido que, si las gentes recuerdan su nombre, debió ser alguien importante en la vida del pueblo.
Foto www.google.es
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