FARRAGUAS

" Es el niño desasistido, descuidado pero que da ternura. "
" Muchacho travieso o revoltoso."
En Cereceda farraguas era una palabra muy en la boca de las mujeres del pueblo.
En cuanto te veían un poco desaliñado te bautizaban con esa palabra.
- Métete la camisa por dentro del pantalón porque vas hecho un farraguas.
- Has estado jugando al escondite y corriendo por las calles alrededor de la plaza y ahora quieres entrar al rosario con esas pintas. Ponte bien la camisa, el jersey los tirantes. Esa no es manera de entrar a la iglesia. Pareces el tío Farraguas.

Desconozco quién fué en la historia de Cereceda el tío Farraguas. Una vez que lo pregunté, esto fué lo que me dijeron : un hombre gordo, bajito y siempre con la camisa por fuera del pantalón. Parecido a Sancho Panza. Se dedicaba a comprar pieles de cabritos.
Yo nunca me dediqué a comprar pieles de cabritos ni de ovejas, pero mi tía me llamaba a menudo farraguas porque llevaba la camisa a medio meter por dentro del pantalón y un solo tirante cruzado. El botón que sujetaba el otro tirante al pantalón " se me debió perder jugando a pillar ".
Un amigo extremeño me dijo esta frase : " Anda, métete los jarapales por dentro, que vas siempre hecho un farraguas."
Según me informó era la frase preferida de su madre.
Yo había escuchado la frase en tierras de orillas del Guadiana en mis años de estudiante en Don Benito. Yo sabía que jarapales, para los extremeños de Badajoz, son los faldones de la camisa.

Aunque la palabra se emplea más para retratar a los chicos, la he escuchado referida a las chicas : " No te da velgüenza ir por ahí asina que paeces una farraguas " en un extremeño, quizás castúo.

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