LA PORTERA DE LOS HUERTOS de la calle Larga

Hace unas semanas se acercó a Cereceda un amigo, fotógrafo aficionado al igual que su esposa, para realizar unas cuantas fotos para la Revista PATALOSO.
Me ha remitido un sinfín de fotos.
Algunas de esas fotos bien merecen un artículo del blog.

Son fotos de las porteras de entrada a los huertos de la calle Larga.
La pared es de piedras, piedras colocadas sin barro y sin cemento. Había que hacer un " curso " con los grandes maestros " hacedores de pared " de Cereceda para colocar las piedras. En lo alto de la pared se ponían las " cuberteras " o " coberteras " que sujetaban todo el armazón de la pared.
En algunas paredes se ponían unas piedras largas que salían por los lados y servían de pasos de escalera para entrar y salir, saltando la pared, cuando el dueño había puesto un candado a la puerta.
Hoy el huerto se ha quedado " más bajo que la calle pero antes al huerto se entraba " a la pata la llana " simplemente con saltar la regadera por la que le llegaba el agua desde la poza.
La portera es una obra de carpintería. Madera de roble. Muchas veces sin puntas ni clavos, con una hendidura en los dos palos que le sirven de apoyo vertical.
Encima de la portera se hacía un tejadillo  con una chapa y piedras encima " para que no lo vuele el aire ". Ese tejadillo tiene la misión de proteger la portera de la nieve, porque en la calle Larga, hace años, caían unas nevadas " de padre y muy señor mío " que decía el tío Manuel, muchos años alcalde de Cereceda, y que se trasladó desde el Altozano a vivir a la calle Larga.
Al fondo la figura del " gato " de la Peña de Francia. Parece un gato acurrucado, visto desde Cereceda.
Hoy la regadera se ha perdido. Una regadera en la que mis amigos y yo hacíamos pozas que " estrumpíamos " y con la riada nuestras carreras de barcos eran más emocionantes.

Foto  Fernando Sánchez Hernández