LAS ORTIGAS

La ortiga es una planta antiquísima que pertenece a la familia de las urticáceas y que es utilizada como remedio desde tiempo inmemorial.
Los griegos la llamaban " acalyphe " y los romanos " urtica " que significa " quemar " pues los pelos de la ortiga pican y queman por el veneno que desprende la planta al tocar la piel.
Las ortigas se empleaban - según un amigo mío, médico de profesión - para flagelar las partes del cuerpo con reumatismo.
La ortiga es una planta anual, que puede alcanzar un metro de altura - en la regadera del huerto de mis padres de las Canalejas  se criaban " hermosas " - y es muy resistente a las heladas invernales de Cereceda.
- Si dejas el huerto sin sembrar, se llenará de ortigas, decía mi madre.
- Se las echaremos de forraje a las vacas, decía mi padre riendo, como si fueran patateras, la planta de las patatas.
Yo nunca vi a las vacas, los burros, las cabras o las ovejas comer ortigas.
En España hay dos clases de ortigas :
la urtica dioica que es alta y de color verde, y que pica " que se las pela "

y la urtica urens, que es de menor tamaño, más pequeña, pero " de peor genio."
Los muchachos les decíamos a " los de la capital " que las ortigas no picaban si se las cogía con la mano, sin respirar.
Desconozco cuál era la razón científica para tal afirmación.
Algunos y algunas se atrevían a probar con el consiguiente enfado al ver que les picaban, y la " risa " de sus abuelos, viejos " gatos " y " gatas."
Si los veraneantes siguen confiando en la sabiduría popular, será mejor que no toquen las ortigas, aunque sea conteniendo la respiración, ahora que en Cereceda las hay de todos los tamaños por todo el término municipal,

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