HASTA LOS GATOS QUIEREN ZAPATOS

Una frase que siempre recordaré porque va unida a mi tía Floripe, mi madrina de bautizo y de boda.

Reprende a quienes tienen pretensiones superiores a su condición y mérito, a quienes quieren sobresalir y parecer más de lo que son.

En cualquier libro que busquen este dicho castellano les pondrá que se encuentra en desuso.
 Cuando yo acudo al pueblo en verano tengo por costumbre usarlo. Es una herencia que guardo de mi familia, en la que se utilizaba con frecuencia :

- El boyero dice que hay que ayudarle a sacar las vacas de la  " majá " porque las que tienen churros no quieren dejarlos allí. Pero a él se le paga para que las cuide. " Si hasta los gatos quieren zapatos."

- Antonio le ha pedido a la alguacila que le eche los bandos a la " su " puerta. ¡ Ni que fuera el ministro !. No, si hoy día " hasta los gatos quieren zapatos."

- La hija de Juana que está estudiando en Salamanca, ha venido de vacaciones. Parece que todos tenemos que tratarla de usted. ¡ A esa mocosa !. Pues yo la trataré de tú y la llamaré con el " mote "  de su abuela. Si " hasta los gatos quieren zapatos."

Estas frases y otras de parecido " rango " se podían escuchar en la Cereceda de mi niñez. Hoy, por desgracia, han desaparecido.

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