DE ZARZOSO A LA PEÑA  continuación

Continué mi camino por la carretera SA-201, con buen asfalto y franqueada por árboles y una verde vegetación que, con este año de tantas lluvias, desborda por todos los lados, una visión espléndida desde la moto. Adelante un par de motos extranjeras con matrícula francesa, y cuando me aproximaba al cruce del Cabaco, observé un buen número de motos que se dirigían dirección a La Alberca, y al alcanzar al último de ellos comprobé que eran de una peña motera llamada MSP ( Moteros Sin Prisa ), y recordé que habían organizado una concentración para  subir a la Peña de Francia, y sonreí al darme cuenta de las casualidades de la vida. Me situé en el final del grupo, giramos en el cruce del Caserito y nos desviamos hacia la carretera SA-203 para comenzar la subida hacia nuestro común destino.
La carretera estaba en peor estado que la anterior, con gravilla suelta y más baches o irregularidades, dejando más distancia con la moto delantera para no recibir las contínuas piedrecitas desprendidas de los neumáticos y mantener la preceptiva distancia de seguridad ante cualquier imprevisto.
Las vistas al salir de las arboledas eran increíbles y presagiaban lo que se podría ver a medida que ascendíamos. En la primera fuente de la Virgen de la Peña otra moto esperaba nuestro paso para  reincorporarse detrás de mí y también ascender hasta el mirador.
Cuando salíamos a un claro y mirábamos a nuestra izquierda el paisaje parecía de película  pero era real, y yo estaba allí como el resto, disfrutando de aquel instante.
Llegamos hasta el Paso de los Lobos y un grupo de ciclistas hacían su receso para disfrutar de las vistas y supongo que para reponer fuerzas, y se sorprendían ante el paso de tantas motos.
Nos desviamos a la derecha para continuar por la carretera que nos llevaría, en su último tramo, hasta el Convento de la Peña de Francia.