lunes, 7 de diciembre de 2020

 BURRO ADORNADO, BUSCA MERCADO.






Es una frase  que decía mi padre cuando veía en el huerto de mi casa una recua de burros y burras camino de la Feria de Béjar o de la Feria de Ciudad Rodrigo.

Los gitanos se apresuraban a " peinar los rabos, a estirar las orejas o a poner cabezás limpias para venderlos " a cualquier vecino que necesitase un animal para la trilla o para desplazarse a las tierras durante el verano.

En Cereceda siempre hacían ventas o cambios,

- Señor Miguel, esa burra que usté tiene ya es mu vieja, si se la compró usté a mi abuelo hace quince años. Se la cambio por ésta, que es joven, tiene cinco años, y pal trillo es una exhalación; tendrá usté que pararla porque se llevará a rastras a su pareja. Mire usté qué patas, si parecen las ruedas de una bicicleta. Con esta burra llegará usté a la fábrica de Arroyomuerto en un santiamén, aunque le ponga usté encima un saco de trigo de cincuenta kilos.

Así hablaban los gitanos de sus animales.

Yo los miraba con los ojos muy abiertos y " me quedaba " abobao " con su palabrería. Muchas veces mi madre me sacaba del corro de vendedores y compradores para mandarme a algún " recao " con estas palabras : " cualquier día este muchacho se nos va con los gitanos a la Feria de Béjar y no vuelve." 

Porque, cuando los gitanos se iban, carretera arriba, con su recua de animales, yo me quedaba en la puerta del huerto pensando en lo bien que se lo pasaban de pueblo en pueblo, comprando y vendiendo, " engañando a la gente ", que decía mi padre.

Así era su vida.

- Había un gitano, de unos 50 años, al que llamaban " el portugués " porque había nacido en Portugal que me pedía algunos lazos de los que yo ponía en los colchones cuando los vareaba, y se los ponía a los buches - crías de las burras - para adornarlos, me contaba mi madre. Su mujer se reía de él y de los adornos, pero el " Portugués " le decía que así era más fácil vender los animales.

Foto  pinterest,es


No hay comentarios:

Publicar un comentario