BURRO CARGADO, BUSCA CAMINO
Es un refrán muy " apropiado " para los animales de carga de Cereceda.
Cuando íbamos a " gelechos " con la burra, mi padre le ponía todos los haces que podía sujetar con la volvedera, una soga delgada pero resistente que todos los vecinos del pueblo teníamos.
Muchas veces cargábamos la burra entre los matorrales y lejos del camino de los carros.
- ¿ Y ahora cómo sale la burra con la carga hasta la rodera ?, le preguntaba yo a mi padre.
- Burro cargado, busca camino, respondía mi padre.
La burra con la carga de hoja, de leña o de " gelechos " avanzaba " por entre el monte " para dirigirse a la rodera, la señal que las ruedas de los carros dejaban a su paso por el monte. Eran las vacas y los años quienes hacían esos caminos.
Algún año mi padre, y muchos vecinos, estuvieron sacando raíces en Los Fontanos, una zona del pueblo situada a la izquierda de la carretera de La Nava. Por allí era difícil moverse con el carro de vacas y era mejor sacar las raíces o los palos o las bardas a la carretera con la burra y allí cargarlas en el carro.
Las burras demostraban una gran " sabiduría " a la hora de bajar con la carga hasta donde estaban las vacas y el carro. Ellas solas caminaban en zigzag por la cuesta abajo, huyendo de las zonas " pantanosas " en las que se podían hundir sus patas.
Recuerdo que un " gato " viejo me dijo un día que para trazar una carretera o un camino o una rodera, lo mejor es cargar la burra y dejarla sola, que ella marcará el mejor camino.
Así era la " sabiduría popular " de los Ingenieros de Caminos de Cereceda.
Foto google.com
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