EL OJO DE LA CERRADURA
Éste es el agujero que había en todas las puertas de las casas de Cereceda.
Por ese agujero se metía la llave. Una " señora " llave que decía mi tía Floripe. Una llave que " si te daban con ella en la cabeza, te mataban," dicen en el pueblo las gentes a los turistas que las miran maravillados.
Yo tengo unas cuantas llaves colgadas en el portal de mi casa del pueblo.
Esa llave se llevaba en la cesta de la comida cuando íbamos a segar o a trillar a las Eras.
Esa llave no cabía en el bolsillo,
Recuerdo que algunas mujeres le habían puesto un lazo de tela y la colgaban en el reclinatorio cuando iban a misa los domingos y los días de fiesta. A la salida se la colgaban del cuello " como si fuera el escapulario de la Virgen del Carmen ", decía la gente, porque la llave la llevaban escondida debajo de la blusa.
En algunos corrales había un agujero en las piedras de la pared, donde se dejaba la llave por el día. A la noche se cogía de allí, se candaba la puerta y se llevaba la llave para casa en la mano o en la lata de echar la cebada a las cabras o el pienso a los cebones.
En todas las casas había un clavo de fragua en el portal, en el que se colgaban las llaves.
El ojo de la cerradura era un " descubridor de secretos."
- Mira por el ojo de la cerradura a ver si hay luz en el portal, decía la gente.
Hoy han desaparecido las puertas de madera de casas y corrales.
Una pena porque con ellas ha desaparecido el ojo de la cerradura.
Foto pinterest.es
NOTA . -
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