viernes, 29 de mayo de 2020


LAS CANGREJERAS






En Cereceda las llamábamos sandalias de goma y las vendía el comercio de Fortunato ( el comercio de la Paz ) y el señor Adelio que las traía de Tamames.
Eran el uniforme del verano cuando eras niño y no servías " para nada ".
En cuanto servías para ir a las tierras, a las eras o a los linares ese calzado se cambiaba por las albarcas.
Esas sandalias de goma eran el calzado apropiado para meterte en el agua de la Poza que diariamente recorría las calles del pueblo.
Las carreras de barcos en la calle Larga tenían unos " intrépidos " capitanes, calzados todos con las sandalias de goma.
- El agua entra por unos agujeros y sale por otros. Así los pies están siempre limpios, decía mi padre.
Cuando yo iba a cuidar las vacas al río Yeltes - desde la toma de las Matas hasta la toma de la Isla y algunos años hasta la raya de Zarzoso - ése era mi calzado porque me permitía entrar en todos los " caozos " a pescar ranas y peces a mano.
Cuando hacía calor sudaban los pies y algunas tiras de las sandalias rozaban, pero los niños y muchas niñas de Cereceda carecíamos de dinero para llevar otro calzado.
Hoy, cuando me acerco a la Playa de El Albir, en Alicante, que es de " chinos " y de cantos rodados, puedo ver todavía algunas sandalias de goma, que ahora se llaman cangrejeras, y que son de colores elegantes y  las llevan las jóvenes " para presumir."
Se me ocurrió preguntar el precio en una tienda junto a la playa y me marché asustado. El señor Adelio las vendía mucho más baratas.


Foto  pinterest.com

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