MORIRÁ " con las ruedas puestas "
Un día su dueño lo dejó en una tierra de barbecho y ¡ ahí sigue !.
Los yerbajos lo fueron rodeando año tras año.
Un día desapareció el yugo y con él se marcharon las coyundas que durante días y noches lo habían acompañado.
Un yugo que llevaba muchos años agarrado a la pértiga porque él solo para nada servía.
Otro día desapareció el tablero de delante con una preciosa escena de toros, porque a los carreteros de Cabrillas les gustaba pintar escenas de toros en el tablero delantero.
Otro día alguien vio los mozos y se los llevó sin esfuerzo porque las piezas de hierro se habían oxidado.
Pero nadie se atrevió a tocar las ruedas.
Y hoy las piñas están abiertas y los aros llenos de herrumbre.
Y la caja del carro podía servir " con una buena mano de pintura ".
Su dueño hace años que falleció y a su hija el carro abandonado en El Rebollar " ni fu ni fa ".
Yo le pedí al Ayuntamiento de aquel pueblo que lo trasladasen al campo escolar para que los muchachos lo utilizaran como " zona de juegos ".
Hace poco visité la tierra baldía de la zona del Rebollar y allí estaba el carro.
Está " casi muerto ", pero el día que muera será " con las ruedas puestas ".
Foto salamancartvaldia.es
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