DE BARBERO A BARBERO, no pasa dinero
La profesión de barbero no daba para vivir en los pueblos.
El barbero era un labrador, que en sus ratos libres, se convertía en barbero.
Pero, como era el único con ese oficio en el pueblo, tenía que acudir al pueblo de al lado " a cortarse el pelo ".
La Ley de los trabajos antiguos decía " que un barbero debía atender a otro barbero sin coste alguno ", aunque uno tuviera más categoría que el otro.
El refrán mostraba la forma de trabajo en la España Llena que hoy es la España Vacía..
Era un trueque cual si el trabajo fuera un saco patatas o una bolsa garbanzos.
- Mañana Juventino vendrá a ayudarnos a levantar el " portillo " del cercao Las Hondonás y otro día iremos a ayudarle a levantar el trozo pared que le ha tirao el río en la curva Las Truchas, decía Aquilino a la su mujer.
- Si queréis que venga Nicasio a ayudarnos a sacar los dos carros de raíces que tenemos en Las Peñuelas, habrá que ir un día a ayudarle a cambiar los cañizos de la corraliza en las tierras del Valle Hondo, le decía Astasio a sus hijos a la hora de la cena.
" Así se ha hecho siempre en este pueblo ", decía mi padre.
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