EN OCTUBRE, HOJA Y RAÍCES Y LUMBRE
La llegada de octubre traía cada año las faenas de la sementera.
A principios o a mediados o al final del mes, según estuviera el tiempo y el tempero de la tierra, los " gatos " olvidaban otros trabajos y se dedicaban al arado y el saco al hombro para tirar el grano.
Pero los días que " amenazaba lluvia " había que buscarse otro trabajo.
Ese trabajo solía ser " ir a raíces ".
La espigocha al hombro camino de alguna tierra lindera con el monte era la " ruta " elegida.
Las tierras que " pegaban al monte " crecían y crecían cada invierno a la vez que proporcionaban raíces para la lumbre.
La lumbre " devoraba " los carros de raíces pues estaba encendida todo el día, y con fuego abundante, para cocer la comida de las personas y el caldero de los cebones.
Si hacía sol pero había mal " tempero " siempre se podía aprovechar el día " pa ir a juntar hoja " o a segar " gelechos ".
Hoja del monte de robles y " gelechos " de alguna tierra y del monte eran necesarios para " cama " de los animales que vivían en el corral o en los chicorzos.
Buena lumbre en la cocina, buen puchero de garbanzos y a trabajar.
Octubre era un mes que a mí siempre me gustaba, y aún me gusta, antes de la llegada del invierno.
Foto Google.com La lumbre y los pucheros de la comida.

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