jueves, 17 de octubre de 2019


 EL OTOÑO

Con la llegada de esta estación el blog publica un artículo de Isidro Marcos Martín, GATO 2.017, sobre el tema.




Hablar de la naturaleza es entrar en un mundo mágico en el que las personas se sienten pequeñas ante tanta grandeza y misterio. A las personas solo les queda el recurso de contemplar su maravilla y sacar conclusiones a su manera.
Por razones convencionales se crearon las llamadas estaciones dentro del año, analizando desde la óptica de la lógica, que es desde la razón,  por razones convencionales basadas en la climatología del tiempo, es elegida como la primera estación del año la llamada PRIMAVERA, ateniéndonos a los ciclos por los que la propia naturaleza regula la vida del despertar de las plantas de todas las variedades que existen en el campo, dependiendo y condicionando a las distintas latitudes del planete Tierra.
En la llamada PRIMAVERA, en lo que se refiere a las zonas templadas, que es la nuestra, se inicia en el campo el despertar de la vida; de hecho, el despertar de las plantas se inicia incipientemente en el mes de febrero.
La lozanía de las plantas se manifiesta en todo su esplendor durante los meses de abril, mayo y junio, siendo su madurez durante el verano, y las de ciclo tardío en el otoño.
Los datos del OTOÑO, que es el motivo del presente comentario,  tienen sus peculiaridades, aparte por su diversidad y emotivas razones,  Al declinar el OTOÑO, las plantas  entran en su periodo de decadencia. Las plantas de hoja caduca se desnudan de sus hojas dejando el campo en estado de soledad; los reptiles y otras especies se aletargan entrando en estado de hibernación; los días se acortan y las temperaturas empiezan a descender: con ello. las personas y los seres vivos son afectados por cierto grado de tristeza y melancolía que afecta a la moral de las personas en cierta medida.
La naturaleza está ligada a la vida de todo ser vivo,  y el ser humano en ningún caso puede ser una excepción siendo los ciclos lunares los que más afectan con su influencia.

Foto  esfotolia.com  Los robles de la dehesa en otoño.

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