martes, 5 de junio de 2018


A HECHO.

Un seguidor del blog y veraneante en Cereceda, sin el título de " gato, " me dice que " esas palabras las  utilizáis mucho en tu pueblo, hay que comer a hecho, hay que limpiar a hecho pero no sé ni cómo se escriben. "


En Cereceda había muchos trabajos en los huertos, en los linares y en las tierras que se hacían con la participación de toda la familia.Los miembros de la familia acudían a zachar y a acogumbrar las patatas, a " hender " el surco a berzas y remolachas, a segar las tierras y las suertes.
A hecho significaba que había que ir por orden. Si un día ibas a Valdecarros, debías seguir allí hasta que segaras todas las suertes tuyas.
Esa norma no " rezaba " para mi madre y para mí cuando íbamos a segar. Mi padre se había marchado a segar a Villamayor o a Aldeatejada, " como medio pueblo."
En la tierra de la Monte la Rade - a orillas de Pataloso - había trozos que tenían mucho bálago por haber sido roturados en los años anteriores, y otros con poco bálago por llevar muchos años de siembra.
A la llegada por la mañana, temprano, mucho antes de salir el sol, segábamos en la zona donde el trigo estaba alto, fuerte y espeso, casi sembrado en llano . A media mañana - " después de comer un cacho " -  cambiábamos a la zona de siega más fácil.
Nosotros no segábamos " a hecho. "
Recuerdo que esa " orden " se rompía también cuando íbamos a juntar hoja
La zona del quiñón que tenía matas  y había que rozarla, era la primera al llegar por la mañana. Con las " rozaduras " hacíamos una lumbre. La zona de pradera, que se juntaba sin rozar, la dejábamos para el final.
Algunos juntaban y cargaban en el carro la hoja " juntá " según la juntaban. Mi padre decía que juntábamos hasta una hora qué él fijaba y luego nos dedicábamos a cargarla en el carro porque ese trabajo era más llevadero.
Además, ¡ empezar a cargar el carro significaba que nos íbamos para casa ¡.

                     Foto  www.google.es

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