domingo, 28 de julio de 2024

 LLEGAR A LOS ANISES







Un " gato " me ha enviado un correo para recordarme una frase que yo escuché en las casas de Cereceda cuando se celebraba algún bautizo.

Los bautizos se celebraban al terminar la misa del domingo.

Algunas personas se quedaban en la iglesia y se iban acercando al lugar del baptisterio en el que se celebraba la ceremonia religiosa.

Otras personas esperaban en la plaza a que salieran los padrinos del bautizo para felicitarlos y la chiquillería esperaba que el padrino tirase monedas al aire, " a la rebatina " , para recogerlas por el suelo de la plaza.

Eran monedas de cinco céntimos ( perras chicas ), monedas de diez céntimos ( perras gordas ) y alguna moneda de un real ( venticinco céntimos ).

Recuerdo un bautizo " rumboso " en el que el padrino " tiró " algunas pesetas rubias.

Todos los invitados acudían a la casa de los padres del " nuevo cristiano " para comer algunos dulces, que unas veces eran caseros y otras veces eran comprados en el comercio de la señora Margarita de Tamames.

Con los dulces se servían copitas de anís.

" Llegar a los anises " significaba llegar al final de la ceremonia pues ni habían acudido a la misa ni al bautizo, pero llegaban a tiempo de " comer una perronilla y tomar una copita de anís ".

El párroco estaba invitado a todos los bautizos y con él acudíamos los monaguillos que habíamos " participado " en la función religiosa.

Llegábamos siempre a los anises y algún bizcocho y alguna moneda de real solían llegar a nuestras manos.

Las copitas de anís " eran cosas de las personas mayores ".


Foto  Google.com


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