UNA  LEY  DRACONIANA

Todas las expresiones tienen un origen aunque muchas veces parece que tienen varios orígenes.

Leyes draconianas es el nombre que se da al primer Código criminal de Grecia, elaborado por Dracón a finales del siglo VII a. C. para acabar con las venganzas y las disputas entre familias.

En el Código de Dracón se recogían unas leyes tan duras que " parecían escritas con sangre ".

Se dice que el pueblo griego creía que aquellas leyes habían sido escritas con sangre y no con tinta.

Eran normas de derecho consuetudinario, es decir, según las viejas costumbres.

Dracón tuvo que abandonar Grecia  y emigrar a la isla de Egina.

Las leyes estaban grabadas en unas tablas de piedra y expuestas para conocimiento público  en el Ágora, la plaza pública.

Una leyenda cuenta que un día Dracón subió a la tribuna y dijo  a quienes quisieran escucharlo : " Amigos míos, todos conocéis mi solar y la higuera que en él se levanta. Pues bien, os anuncio que voy a edificar allí y arrancaré la higuera. Si alguien piensa ahorcarse allí, que lo haga antes de que ordene arrancarla ".

Leyes draconianas eran las que mi abuela Fausta y otras muchas " gatas " fijaban para su cumplimiento por parte de sus nietos y de sus nietas.

Todos las recordamos " con cariño " y, muchas veces, con una sonrisa pues su incumplimiento suponía quedarte sin la torta frita con miel el día que se masaba.

Los que antaño fuimos monaguillos recordamos las leyes draconianas de don Antonio el párroco y cuyo incumplimiento suponía perder la paga de la semana: una perra chica o una perra gorda.

Foto Google.com