JULIO, mes de poca flor y de mucho calor
El mes de julio es un mes " de pleno verano ".
Las flores que llegaron " al mundo natural " en el mes de mayo, resistieron, " como buenamente las " gatas consiguieron que llegaran a San Juan " con algo de vida ", pero la llegada de julio " las ha matado ", me decían las señoras " gatas " cuando yo les preguntaba por sus macetas alejadas de los balcones y escondidas en el frescor de los corrales, transformados en " salones de charla ".
En mi huerto quedan algunas flores, que yo riego cada mañana y cada tarde.
Resisten pero no aparecen nuevos brotes ni espero que se adornen más.
El jazminero que tengo sobre la valla echa muchas flores blancas pero al atardecer se le caen y la calle parece preparada para una procesión.
Mejor suerte corren las buganvillas que lucen en todo su esplendor.
Las buganvillas son plantas que resisten bien el calor y, " si usted las riega cada atardecer, tendrá flores todo el verano ".
Junto a ellas y, encaramada en la tapia, están los maracuyás, a los que en Cereceda llaman " flor de pasión ".
En cambio, los geranios de colores que adornaron la entrada del huerto, han perdido fuerza en sus tallos y las flores se " van en poco tiempo ".
Yo sé que el calor del día y el calor de la noche - la temperatura más baja está en 26 grados, mata mis flores y ellas y yo esperamos el frescor de setiembre para que el huerto se llene de color.
Foto Google.com
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