MI AMIGO SILVESTRE
Era hijo del tío Silvestre y la tía Frusina ( Eufrosina ).
Vivió siempre en el barrio del Chapatal y, aunque trabajaba a temporadas fuera del pueblo, nunca quiso emigrar ni al Norte ni al extranjero.
Sus trabajos de mozo fueron el carbón y las carreteras, en compañía de su padre y de sus primos.
El destral y el tronceador eran sus compañeros de trabajo para hacer la leña de encina y convertirla en carbón.
A este trabajo se unían las porrillas con las que " machacaba " las piedras necesarias para arreglar las carreteras de antaño.
Encontró la " madre de sus dos hijos " en Cilleros y ella, Avelina, se bajó a vivir al Chapatal.
La agricultura, las vacas y los churros, las cabras y las ovejas, junto a las tierras y los huertos, y " un mes de siega al año en Villamayor " fueron su trabajo de casado.
Tras la jubilación eran las " caminatas " quienes le acompañaban cada día.
Fué mi compañero de camino por la mañana y por la tarde durante mis veranos en Cereceda.
Juntos recorrimos todos los caminos, descubrimos los mejores lugares para recoger manzanilla y aquellos " escondidos " lugares en los que crecía el orégano.
Cada día me enseñaba nuevas palabras del idioma " gatuno " y me explicaba el nombre y las características de cada planta, de cada ´linar, de cada fuente del término municipal.
Espero, que allá donde estés, una vez recuperada la fuerza de tus piernas, puedas salir, al amanecer y al atardecer, a darte un paseo.
Descansa, amigo y compañero.
Tu recuerdo seguirá siempre conmigo.
Un abrazo.
Foto Constantino González Macías, GATO 2019 La calle Fuente Chica.
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