EL TIZÓN DE NOCHEBUENA
Las autoras son Fausta Sánchez y Encarnación Marcos, " gatas " que fallecieron hace algunos años.
Fausta era mi abuela paterna y la señora Encarna fué quien me contó muchas de las historias que yo he publicado en el blog.
Este artículo lo escribí con el agradecimiento que las dos se merecen. Yo me he limitado a unir lo que ambas me dijeron.
En las Navidades del año 1.960 descubrí algo " misterioso " bajo el horno de pan de mi abuela Fausta.
Mi abuela Fausta tenía el horno en el " sobrao."
El pan se " masaba " en la cocina, se dormía en el escaño de la cocina, en una cama hecha con una manta doblada, una sábana blanca de lino y otra manta encima para que le diera calor. Además, mi abuela le ponía un brasero debajo del escaño para que el pan creciera " todo lo que tiene que crecer ", decía ella.
Cuando el pan estaba " en su punto " había que subirlo, colocado en una tabla en la que cabían dos panes, al " sobrao."
Yo subí muchas veces en las vacaciones de Navidad el pan hasta el horno. En mis vacaciones navideñas me pasaba las horas en la fragua de mi amigo Luís el herrero y en la cocina de mi abuela siempre que mi padre no dijera que había que ir " a juntar hoja" a la Piñuela o a los Limpios, o a " segar gelechos a las Lagunejas."
Un día que mi abuela me mandó subir al " sobrao " a buscar una escoba de ciacina de las que ella " hacía en verano " descubrí debajo del horno un tizón. Era un tizón de encina.
Como mi abuela era muy ordenada y muy " mandona, " me extrañó que un tizón de la lumbre hubiera llegado hasta aquel lugar. Lo bajé y lo puse al lado de la lumbre de la cocina. Cuando mi abuela lo vió ¡ el sermón que me echó !.
- Ese tizón es el Tizón de Nochebuena. Mientras ese tizón esté debajo del horno no caerán " chispas " en casa, y si una cabra tiene mala una teta, con el humo del tizón se cura.
Mi abuela me explicó el misterio del Tizón de Nochebuena.
- El día de Nochebuena se pone a la lumbre un trozo de rama de encina para que se " prenda." Se deja toda la noche tapado con ceniza y a la mañana siguiente, se " destapa " y apaga con cuidado sin echarle agua y se guarda debajo del horno. Ese Tizón ha " estao " toda la noche calentando al Niño Jesús. Aunque truene mucho, las chispas no caerán en la casa que tenga un Tizón de Nochebuena debajo del horno. Las casas que no tienen horno lo guardan en la despensa.
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