miércoles, 18 de marzo de 2020
LA CARRERA DE BARCOS
Un grupo de expertos constructores de pozas y marineros de " agua dulce " con pantalón corto y tirante cruzado, con unas sandalias de goma con agujeros, compradas al señor Adelio de Tamames que llegaba con un carro y una mula cada semana a Cereceda.
Aquellas carreras de barcos en un tercio de agua que corría por el centro de la calle, solían acabar en peleas porque alguien sacaba un barco del barro o variaba el rumbo de su barco con la mano .
La salida era a la puerta del tío Modesto, donde hacíamos una poza, y la meta estaba en la puerta del corral de Joviano. Unos metros más adelante estaban los " rápidos " de la calle La Nava.
El barco ganador era casi siempre el de Paco, porque se lo hacía su hermano Chan en la carpintería de su padre.
Una vez mi padre le compró un barco a Chan, a cambio de algún café en el bar, y mi barco ganó algunas carreras.
Nuestros barcos no corrían ningún riesgo de hundimiento. Quienes corríamos un gran riesgo éramos sus dueños y capitanes.
En esos años vivíamos en la calle Larga nueve familias. Ahora en invierno todas las puertas están cerradas.
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