martes, 17 de marzo de 2020
HACEMOS UNA BOLA DE NIEVE
Hoy he recordado " aventuras " infantiles en Cereceda a la llegada de la nieve.
Era frecuente que en la calle Larga preparáramos una bola en la puerta del señor Daniel, el padre de Josefa y Helena para rodarla calle abajo.
El señor Daniel tenía hijas, pero Dios no le dio hijos y nos dejaba hacer la bola a su puerta.
Muchas veces la bola no llegaba hasta la puerta del señor Modesto porque antes se " iba " contra las paredes de los huertos. En la regadera que corría junto a las paredes se " atascaba " y no podíamos sacarla de allí.
Otros muchachos hacían la bola en la plaza y la echaban a rodar por la carretera abajo. Si llegaba a la puerta de Pepe, el cartero del pueblo, era un milagro. y terminaba su " vida " contra la ventana de la casa del cura. Don Antonio salía y echaba un sermón " matinal ". Los días de mucha nieve Don Lamberto, que venía andando desde El Cabaco, no se atrevía a venir y era un día " sin escuela." Aunque D. Lamberto era " de hierro " y " de cayá " porque llegaba con las botas llenas de agua y la nieve mojando los bajos de su pantalón.
A mí me gustaba que nevara porque todo el ganado se quedaba en casa. Las vacas, las cabras y las ovejas. Era un trabajo menos al atardecer, la hora en la que salíamos a esperar la piara o la cabriá a la esquina porque ningún " ganao " podía ir pa los Rasos, el primer sitio de Cereceda que se llena de nieve.
La lumbre era abundante en la cocina, el puchero animaba a dejar en la calle el frío, un frío que nunca nos asustó.
- ¡ Os vais a coger una pulmonía ! gritaba mi madre.
- Ya los curará D. Juan, decía mi padre.
Menos mal que en aquella época D. Juan sólo te mandaba cama y vahos, Las inyecciones son de una época posterior a mi niñez.
Fotos. Fotos de la nieve en Cereceda el lunes, día 16 de Marzo de 2.020.
Remitidas al blog por Juan Francisco Reoyo.
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