sábado, 24 de octubre de 2020

 A LA BUENA DE DIOS

Esta frase era muy empleada por los vecinos de Cereceda.

La frase emplea una figura simbólica para señalar que el desarrollo de los acontecimientos ya no depende demasiado de la voluntad de los hombres sino de Dios, aunque esto no sea así, pues siguen siendo aquellos los protagonistas del asunto en cuestión. 






- Juan sale de noche por el camino Zarzoso con la burra a vender alubias o garbanzos que compra en el pueblo sin tener encargos ya apalabrados. Él va siempre a la buena de Dios. Unas veces vende la carga pronto, cerca, y a buen precio, pero otras veces tiene que irse hasta la Aldehuela de Yeltes o más abajo y venderlos más baratos que lo que él pagó en el pueblo. 

- Mi marido se levantó el martes temprano, comió algo, aparejó la burra y dijo que se iba a la Feria a Tamames, Teníamos que comprar una novilla pa que se fuera " haciendo al yugo " con la Jarda. Pues se fué y la compró. Parece noble y es mu guapa. Él dice que muchas veces es mejor ir a la buena de Dios, que pensarlo mucho. Yo le he dicho que tendremos que llamarla " a la buena " pero él dice que quien se la vendió - un hombre de San Muñoz - le dijo que él la llamaba Isadora, como su hija pequeña.

- Este cura organiza las fiestas a la buena de Dios. Avisa de que hay que barrer la iglesia, bajar el santo y ponerlo en las andas, la víspera. Yo siempre le digo " don Juan avísenos una semana antes " y él me dice " es mejor así, a la buena de Dios, porque si hacemos muchos preparativos y luego llueve el día del santo, os enfadáis.

Foto  pinterest.es


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