LA GATA EN LA BURRA
A la gata Rabona hoy se le ha ocurrido hacer " una de las suyas " : se ha subido " a lomos " de la burra Juliana.
Rabona y Juliana son buenas amigas desde niñas pues las dos nacieron en el mismo corral
Desconozco cuál fué la razón que llevó a su dueña, que se llanaba Remigia, a ponerle ese nombre a la burra.
Ya he contado que muchas veces era el párroco quien indicaba a los padres el nombre del " gatín " o de la " gatina ", pero su intervención era nula a la hora de poner el nombre a buches del ganado asnal.
A la gata Rabona el nombre le llegó desde el día en que su madre apareció por la cocina - un día de agosto - rodeada de una " cuadrilla de mininos, que la convirtieron en " mamá de familia numerosa ".
El tío Juan el zapatero remendón, que era poco amigo de los felinos, le fué poniendo el nombre a los miembros de la familia : Tigre, Orejón, Morucha, Ratoncillo, Renacuajo, Pandero, Jarda y Rabona a la última de la fila.
Luego los echó a todos al corral y , allí debajo de un montón de raíces, se criaron.
Su mujer, la señora Genara, regaló a todos los gatines menos a la gatina Rabona, que pasó a ser la " gatina de la casa ".
Y, como creció en el corral, se hizo amiga de las vacas y de los cebones y de los garrapos chicos llegados desde Tamames, y de las gallinas. Pero, sobre todo, se hizo amiga de la burra Juliana y se subía sobre su lomo, sin molestarse en colocarle el aparejo.
Y se iba con ella al huerto y llegaba hasta la Calleja El Castaño a lomos de Violeta, que ese era el nombre de su amiga, aunque todos en la familia la llamaban " la burra ".
Foto pinterest.es
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