HOY NO SE FÍA, mañana sí.
Es una frase que aprendí cuando era muy niño.
En la taberna de Cereceda se la escuchaba a diario a mi padre.
Era costumbre que algunas señoras " gatas " acudieran a comprar una cuartilla de vino o un litro de aguardiente cuando llegaban las matanzas.
En las matanzas invernales se consumía vino y aguardiente para entrar en calor, y era la taberna el lugar adecuado para comprarlos.
- Ya lo pagará mi marido o ya lo pagará mi mujer era una frase " corriente " en las compras de la taberna.
Mi padre se reía cuando le aconsejaban que pusiera un cartel que dijera " HOY NO SE FÍA, MAÑANA SÍ ".
Le decían que lo habían visto en algún bar de Ciudad Rodrigo o de Béjar.
Esos dos pueblos - entonces en crecimiento y hoy muriendo lentamente - eran los lugares a los que acudían algunos " gatos " a vender sus ganados.
- En Tamames no he visto ese letrero ni en el Casino ni en casa la Amadora, decía mi padre, y allí todo " quisque " paga lo que bebe o lo que come ".
Tamames, pueblo " grande y rico " en otros tiempos, era un modelo para Cereceda, pues los martes había " una boyá de vacas y churros de Cereceda a la Feria ".
Desconozco si en el bar Flores está el letrero - yo no lo he visto - y tampoco sé si la dueña fía.
Foto Blog Pataloso El Bar Flores de Cereceda.
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