miércoles, 23 de mayo de 2018


A QUIEN TIENES QUE DAR LA CENA NO LE QUITES LA MERIENDA





Es una frase " muy de gente de pueblo."
María me dice que se ríe cuando su abuelo protesta a la abuela con esta frase.
La merienda es una costumbre muy castellana. En Castilla la cena es siempre  " a noche cerrada " tanto en invierno como en verano.
En la época de la siega y de la trilla era costumbre que se trabajase " hasta muy tarde " para aprovechar el frescor de la noche.
Entonces se paraba un rato para merendar. Una merienda " a base de cerdo " con el barril del agua a mano. El rapaz o la rapaza - quien ataba los haces - se acercaba a la fuente para traer agua fresca.
Un descanso, a las seis o las siete de la tarde. En la época de la trilla el descanso lo marcaba el " cuerno " del boyero. Ese " cuerno " indicaba que debían soltar las parejas de vacas y echarlas a la " boyá " para que fueran al monte a pasar el resto de la tarde, la noche y las primeras horas del día. El retorno al pueblo, hacia las diez de la mañana, marcaba la hora de " uñir " las vacas para ir a trillar.
La cena, que se hacía normalmente en casa - tan solo alguna familia cenaba y dormía en Valdecarros - tenía un menú de chorizo y sardinas en aceite de " lata de kilo " y, si las cabras daban leche, una migada, hecha tras el ordeño, la cocción y la guarda en la despensa, al fresco.
La llegada del frigorífico " esbarató " la migada porque el frigorífico ¡ enfría demasiado ¡.
Una buena merienda campestre - en las tierras o en las eras - era más reconfortante que la cena.
Yo estaba tan cansado muchas noches que solamente cenaba unas cucharadas de leche migada. La " migá " hecha en una fuente a la que " llegaban todas las cucharas."
.... Y a la cama, " que mañana hay que levantarse antes de que salga el lucero del alba "- sentenciaba mi padre.

  Foto  www.google.es


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