EL BARRIL AL SERENO

                                                Si me quieres, dímelo.
                                                Si no, dime que me vaya,
                                                no me tengas al sereno
                                                que no soy barril de agua.

                                                          Coplilla de mi tía Luisa

El sereno, para las gentes de Cereceda, son las horas siguientes a la puesta del sol.
En el verano del pueblo hace mucho calor por el día, pero la caída de la tarde y la llegada de la noche refresca el ambiente.
Aunque el cansancio llegase hasta el límite tolerable, había mozos que les gustaba pasar un " rato " - medida de tiempo de duración impredecible en Cereceda -  a la puerta de la casa de su novia o de la moza con la que deseaban " salir."
Si era día de fiesta, los pocos que había en verano, las " parejas " paseaban por el Chapatal y se " iban acercando a la puerta de las casas para " echar la última charla antes de cenar."
En mis años infantiles las neveras eran muchas veces las ventanas de las casas, sobre todo, si miraban a Cilleros " por donde está el Norte," decía la gente, y en ellas se colocaba el barril del agua, para echar un trago antes de ir a la cama.
Está muy bien aplicada la petición de la coplilla  de mi tía Luisa.

Foto  google.com