¡ A VER SI ME ABRES !

Aunque hay personas que dicen que los perros y los gatos no hablan, yo, que tengo perros, doy fe de que mis perros hablan : yo escucho sus palabras y entiendo lo que ellos me dicen.
Igual debe ocurrir con los gatos. Yo no tengo gatos, pero recuerdo que mi madre decía : " la gata hoy dice cosas que otros días no ha dicho. Hoy dice dónde tiene los gatines," porque mi madre escuchaba las palabras de su gata.

Esta gata, y ya he confesado que yo no soy especialista en el idioma " felino," está diciendo : " a ver si me abres."
Lo ha dicho tres veces pero su dueña no aparece para abrirle la puerta.
Ella tiene sus ojos " clavados " en la cortinilla de la puerta porque sabe que a su dueña le gusta correrlos para ver quién llama, aunque sepa que es la gata.
Esa puerta - pintada de verde, - la " moda " hace unos años en Cereceda era pintar las puertas de azul - no tiene la gatera, el agujero redondo por el que los gatos entraban y salían cuando les apetecía. Tampoco estoy seguro de que esa puerta y esa gata sean de Cereceda.

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