jueves, 4 de junio de 2020
MEDIR EL TIEMPO EN CIGARROS
Los hombres de Cereceda siempre fueron fumadores.
Recuerdo el humo de la sala de la taberna porque en invierno no se podían abrir las ventanas y " el aire acondicionado ", a lo peor, aún no estaba inventado.
Los mozos presumían de ser fumadores.
- Tú eras mozo cuando fumabas. Y eras un hombre cuando podías fumar un cigarro delante de tu padre. Ese privilegio se conseguía al volver de la mili, me dice un amigo del pueblo.
Como en Cereceda muy pocos hombres tenían reloj, ellos medían el tiempo con otros métodos. El método que hoy explico era el método de medir el tiempo con cigarros.
- Llevamos un rato esperándote.
- Es que he tenido que dejar un saco de paja junto a las pesebreras para que mi padre le eche a las vacas. Mi padre ya no se atreve a subir al tenao.
- Pues has tenido tiempo de bajar del tenao medio carro de paja. Nos hemos fumao tres cigarros.
Así medían el tiempo los mozos cuando no tenían reloj.
- Llevo tanto rato esperando a Juani que ya me he fumao dos cigarros. ¡ Y eso que yo fumo poco !
- Tío Juan, hoy ha madrugao usted mucho, le decía el herrero al tío Juan que esperaba que abrieran la fragua para aguzar dos rejas.
- Sí, que he madrugao. Ya le he echao una " postura " a las vacas, y me he fumao dos cigarros.
¿ Cuántos minutos eran dos cigarros ?.
Yo no puedo responder a esa pregunta porque algunos vecinos de Cereceda encendían un cigarro sin cerillas ni mechero.
- Yo con la colilla de uno enciendo otro, decían muchos hombres. Y algunos cigarros se pegaban al labio de abajo al encenderlos, y allí " morían."
Foto google.com
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