TIERRAS BIEN ABONADAS, con semillas y cebadas
Un seguidor del blog me pregunta la razón de mis conocimientos sobre agricultura.
Es muy sencilla: mis padres , además de tener la taberna y la posada de Cereceda, eran labradores y ganaderos, aunque sus tierras fueran pocas fanegas y su ganadería de una sola cifra excepto en las ovejas.
Yo trabajé en los huertos y en los linares y en las tierras hasta los 11 años, cuando me marché a San Martín de Trevejo, un hermoso pueblo de Cáceres, a estudiar el bachillerato.
Mientras fuí alumno de la Escuela Normal de Maestros de Salamanca, pasaba las vacaciones en el pueblo y, como buen " gato " sé manejar el arado y la azada y el horquín y la horca y la pala y el briendo y la brienda.
El artículo de hoy habla de las tierras mejores, tierras en las que se sembraba cebada.
La cebada necesita buena tierra y abundante abono y lluvias en abundancia.
- Este año las cebadas están muy cortas de paja pero están bien de grano, te decían los " gatos " viejos.
La cebada se segaba y se trillaba antes que el trigo.
La paja de cebada era un alimento " especial " para las ovejas en las largas noches de invierno y en los días de nieve, que ellas - berreando y balando - tenían que pasar encerradas en el corral.
Foto Google.com Espigas de cebada.
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