CON TANTO " MACHAR EL AJO " mi cigüeñina no puede dormir
Ahí tienen una docena de nidos de cigüeñas, pisándose las unas a las otras aunque tengan las patas muy largas.
Desconozco la razón que llevó a estas familias a construir sus " casas " tan cerca las unas de las otras.
Quizás fuera la escasez de campanarios o la escasez de campanas o la escasez de tejados elevados en la España Vacía.
Ahora tienen un problema de " máxima " gravedad.
Alguna mamá cigüeña se ha quejado - supongo que a la Presidenta de la comunidad - del bullicio que hay y que impide dormir a su " cigüeñina ".
" Machar el ajo " es la expresión con la que se conoce en Cereceda al ruido que hacen las cigüeñas con el pico.
En el pueblo se decía que " era un cortejo del macho a la hembra ".
El ruido que hacían las cigüeñas en lo alto del campanario se podía escuchar en todas las calles y callejuelas e incluso en algunos huertos próximos al pueblo.
Una " gata " me explicó que " según me dijo mi madre, con ese ruido las cigüeñas anunciaban buen tiempo ".
En Cereceda tan sólo había un nido de cigüeñas y una pareja que criaban un solo polluelo, y algún año no tuvieron descendencia.
Foto Google.com
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