LA RUEDA DEL CARRO
La rueda del carro se ha quedado triste y sola.
Ni siquiera está junto a ella su compañera de viajes y caminos.
Su dueño la ha " tirado " junto a un montón de leña.
¿ Qué espera ?.
Un día llegará el chatarrero y la destrozarán para aprovechar los hierros.
Los radios irán destinados a la lumbre.
¿ Y todos los caminos que ella recorrió desde su nacimiento junto al bocil de la poza y a la Cruz de los Caídos ?.
Aquella tarde la recordará siempre: Era una tarde de otoño, cuando las Eras estaban vacías y al carretero y al herrero - el tío Paco y el tío Manolo -, se les ocurrió decir que iba a nacer.
Nació con mucho calor, el calor de los brezos de la sierra, y con muchas herradas de agua.
La llanta se curvó en la fragua y los radios fueron ajustándose al buje y a la piña.
Todos los muchachos del pueblo y algunos hombres contemplaron su nacimiento.
Hoy, apoyada en el montón de leña, los " gatos " la ven morir lentamente, las mujeres recuerdan quién fué su dueña y los muchachos y las muchachas, al verla, sueñan con viajes del corral a las Eras y a los linares y a las tierras a buscar remolachas y trigo y hoja a la Piñuela y raíces a Valdecarros y gelechos a las Lagunejas.
Yo he recordado, mirando la foto, el viaje que hicimos a Fuentes de San Esteban a llevar patatas y a comprar mineral y cubierta para abonar las tierras.
Foto pinterest.es
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